Cuando una estrella irrumpe en la luz, por lo general es parte de un , unida gravitacionalmente a sus otros contrapartes, orbitando alrededor del centro de gravedad entre ellos, cada una con una posición cósmica completamente dependiente de la otra.
Durante más de 20 años, el tenis masculino ha seguido este patrón: sus tres mayores estrellas atadas juntas, sus legados, logros y carreras entrelazados con sus rivalias. En este tiempo, a veces ha parecido que el deporte en sí es un planeta simplemente orbitando alrededor de las carreras de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, quienes acumularon 66 de los 81 títulos de Grand Slam individuales disponibles entre 2003 y 2023. Pero este año, el tenis masculino tiene una cara diferente dado que ninguno de ellos ha ganado un título de Grand Slam por primera vez desde 2002. Aunque Djokovic todavía puede aspirar a los títulos más grandes, como evidencia su última participación, ahora es posible visualizar la forma del tenis masculino sin el gran trío y apreciar el gran impacto que han dejado en el deporte. Es poco probable que lo que venga después se asemeje a la era anterior, dejando al tenis masculino en una posición desconocida, despojado de sus tres grandes iconos que trascendían la cancha. Pero están dejando el deporte en una posición saludable, llena de jóvenes prometedores que están listos para ocupar el espacio entre el deporte y la cultura pop que queda. La era del llamado Gran Tres ha estado desvaneciéndose durante un tiempo. Federer se retiró en 2022; el brillante desempeño de Nadal ha disminuido y él ha dicho que su retiro está cerca; , quien consistentemente desafió el dominio del Gran Tres y ganó tres títulos de Grand Slam él mismo, también se retiró el mes pasado. Pero con Djokovic casi completamente dominante en 2023, ganando tres Grand Slams y solo , parecía que el paso del tiempo se detendría al menos para uno de ellos. Djokovic, sin embargo, ganó su último título de la ATP en noviembre de 2023, señalando tal vez el comienzo de una nueva era en la que estarán al frente del deporte. Este año, se repartieron entre ellos los Grand Slams: Sinner, de 22 años, ganó sus primeros dos títulos importantes en el Abierto de Australia y en el US Open, mientras que Alcaraz, de 21 años, se sumó el Abierto de Francia y Wimbledon, para hacer su total cuatro. En dos de esas finales de Grand Slam, Alcaraz derrotó a Djokovic mientras que Sinner derrotó al serbio en su camino hacia la corona del Abierto de Australia en enero.
“El cambio de poder más saludable en el deporte es cuando los chicos jóvenes están superando a los mejores de todos los tiempos”, declara a el campeón de siete Grand Slams y experto de Eurosport Mats Wilander, señalando que Djokovic no está exactamente en su mejor forma. “Eso es donde este cambio difiere de otras generaciones, donde habrías tenido una gran generación y luego había un bache por unos años…
Pete Sampras se detuvo en la cima de su juego.
Eso no es el caso con el Gran Tres, lo llevaron hasta el final.”.