Lionel Messi marcó su regreso de una lesión de manera excepcional este sábado: anotó dos goles en cuatro minutos, asistió en otro y estableció un nuevo récord en la MLS. En su primera aparición con el Inter de Miami después de más de tres meses, Messi se convirtió en el jugador más rápido en la historia de la liga en acumular 15 goles y 15 asistencias, una hazaña que logró en solo 19 partidos, 10 menos que cualquier otro jugador. Contribuyó en los tres goles del Miami el sábado, guiando a su equipo a una victoria de 3-1 sobre el Philadelphia Union.
A pesar del inicio desfavorable para Miami, que encajó un gol en el primer minuto del partido gracias a un disparo de Mikael Uhre, Messi no se vino abajo. Tras recibir un pase de Luis Suárez dentro del área, el argentino remató al gol igualando el marcador. Solo cuatro minutos después, consiguió su segundo gol, dejando anonadada a la defensa de Philadelphia anotando desde una posición casi idéntica.
Un salvamento de último minuto del portero Drake Callender impidió que Philadelphia empatara en el minuto 85, pero poco después, Miami se aseguró la victoria cuando Messi asistió a Suárez, quien anotó con un remate preciso.
Ese gol fue el número 17 de Suárez en la campaña, estableciendo un nuevo récord de club para la mayor cantidad de goles anotados en una única temporada regular de la MLS.
Tras el partido, Messi, quien no había jugado desde el 14 de julio cuando se lesionó en la final de la Copa América con Argentina, admitió que se sentía «un poco cansado». «El calor y la humedad en Miami no ayudan mucho, pero realmente quería volver, había estado fuera del campo durante mucho tiempo», dijo a TNT Sports, una empresa que, al igual que CNN, es propiedad de Warner Bros. Discovery.
«Poco a poco fui entrenando con el grupo, sintiéndome bien y por eso decidimos que yo empezaría, estoy muy contento, muy contento.».