David Rebuck, el recién retirado Director de la División de Control de Juegos de Nueva Jersey, ha realizado un llamamiento público para fortalecer ciertas leyes de juego que ayudarían a proteger a los consumidores. Según Rebuck, a quien citan varios medios y la Associated Press, la ley en Nueva Jersey debería modificarse para elevar todas las actividades de juego a la edad legal de 21 años, desde la edad legal actual, que es de 18 años. Nueva Jersey es uno de los pocos estados que tiene leyes de juego un poco más liberales en cuanto a la edad de los jugadores.
La mayoría de los otros estados mantienen 21 como el umbral mínimo. Sin embargo, Rebuck no se detendría solo en la edad del juego si pudiera hacerlo a su manera. También querría eliminar las máquinas de arcade que están diseñadas para parecerse a juegos de casino, como las tragamonedas. También ha hecho un llamado para una mejor y más detallada supervisión de los productos de deportes de fantasía diaria.
El juego se asocia con la adicción, Rebuck no dudó en argumentar, pero el objetivo era asegurarse de que los jóvenes estén lo más protegidos posible. El Consejo Nacional sobre el Problema del Juego y su Director Ejecutivo, Keith Whyte, ya han apoyado las demandas de Rebuck para reexaminar el contrato de juego y asegurarse de que las reglas se establezcan de tal manera que tengan el máximo impacto en la protección de los jugadores.
«Su vasta experiencia y sólido liderazgo como regulador le dan una gran perspectiva sobre la importancia de abordar y modernizar continuamente la supervisión del juego en Nueva Jersey y en todo el país», agregó Whyte, citado por la agencia de medios. Como ha renunciado a una posición ejecutiva en el marco del juego, Rebuck no ha aceptado adoptar un papel secundario en el abordaje de los problemas de la industria desde la perspectiva regulatoria. Según él, la mayoría de las leyes que todavía estaban en vigor eran anticuadas, en el sentido de que buscaban reprimir el crimen organizado en lugar de priorizar el bienestar del jugador. Con el crimen organizado ahora fuera del camino, al menos en lo que respecta al sector del juego en Atlantic City, la prioridad debería ser asegurarse de que los jóvenes estén protegidos.
Los juegos basados en habilidades, las aplicaciones de juegos sociales y los sorteos forman parte de un ecosistema que puede distorsionar la percepción del juego y llevar a la adicción, insiste Rebuck, y el público necesita saber que estas opciones de entretenimiento también son una forma de juego. Crédito de la imagen: Unsplash.com.