La famosa favela Cidade de Deus de Río de Janeiro fue inmortalizada en la película de 2002 que llevaba su nombre en inglés, «Ciudad de Dios».
El film fue altamente elogiado por su representación de la violencia de las pandillas en la favela, y hoy, la vida allí sigue siendo extremadamente peligrosa mientras la policía y las pandillas luchan por el control. Según el Instituto de Seguridad Pública (ISP) de Brasil, se produjeron 768 muertes violentas en el estado de Río de Janeiro en enero y febrero de este año, un aumento del 6% con respecto al mismo período en 2022.
Marcelo Modesto, nacido en la Ciudad de Dios, usa el golf para intentar transformar la vida de los niños que viven allí, en medio de esta violenta realidad. En el favela, es imposible no percatarse de las duras realidades que enfrentan sus residentes: el tráfico de drogas, los retenes y los miembros de las pandillas armados en motocicletas son el sombrío telón de fondo de las vidas cotidianas. Sin embargo, en este entorno desolado, la academia de golf de Modesto se erige como un refugio, ofreciendo esperanza y protección a los niños dentro de sus límites.
Modesto dedica su tiempo y experiencia a enseñar golf a grupos de 20 a 30 niños provenientes de la favela. Sin fondos públicos o privados, inició las lecciones en 2019 con pasión por el golf y el propósito de sacar a los niños de su comunidad de las calles. Cada movimiento del club, cada lección de disciplina y respeto tiene un significado inmenso. El objetivo de Modesto es crear oportunidades para estos niños más allá del golf.
La pasión de Modesto por el golf comenzó desde joven cuando trabajó de caddie, aprendiendo no solo los detalles del juego sino también lecciones de vida valiosas. Consciente del poder transformador del deporte, se dedicó a compartir estas experiencias. Ahora recibe apoyo del Campo Olímpico de Río, construido para los Juegos Olímpicos de 2016.
La academia de golf es bienvenida por los padres preocupados, ya que mantiene a los niños alejados de las calles donde corren el riesgo de ser reclutados por las pandillas de narcotraficantes en busca de mensajeros y correos. Pero Modesto no solo enseña golf, también tiene que hacer las veces de psicólogo y trabajador social, ayudando a los niños a enfrentar los desafíos de la vida en el favela.
Para los niños inscritos, la academia de golf puede ser transformadora, ofreciendo oportunidades dentro y fuera del campo. Aunque Modesto no tiene respaldo financiero, tiene ambiciones grandiosas para su proyecto.
Planea crear más centros de golf en la ciudad de Río, y también desea establecer un campeonato de golf comunitario para niños de todo el estado.
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