El mes pasado, el Primer Ministro de Australia, Anthony Albanese, generó confusión cuando citó una estadística durante una sesión parlamentaria que dejó a los expertos y defensores perplejos. Albanese mencionó el tema de las loterías para justificar la decisión de su gobierno de no imponer una prohibición total de la publicidad de juegos de azar en respuesta a una pregunta de la diputada independiente Zali Steggall sobre los daños del juego. Su afirmación de que alrededor del 15% del daño del juego proviene de las loterías sorprendió a muchos, ya que la fuente de esta cifra no estaba clara.
El Primer Ministro sostuvo que su gobierno ha tomado más medidas contra el juego dañino que cualquier otro, y que la mayoría del daño del juego, aproximadamente el 70%, proviene de máquinas de póquer.
Luego afirmó que aproximadamente el 15% del daño está relacionado con las loterías, lo que confundió a los expertos que no pudieron rastrear el origen de estas cifras. Sus comentarios parecían desviar la atención del problema de las apuestas deportivas y las apuestas en línea, que han sido el foco de los debates en curso sobre la reforma del juego.
Samantha Thomas, una profesora de salud pública de la Universidad Deakin y una destacada investigadora en daños por juego, expresó su descontento con los comentarios del Primer Ministro. Thomas, que ha estudiado extensivamente los efectos de la publicidad de los juegos de azar en la normalización de comportamientos de apuestas en los niños, no pudo verificar la afirmación del Primer Ministro.
En respuesta a estas inquietudes, el senador David Pocock movió una moción en el Senado para solicitarle al Primer Ministro que produzca cualquier documento que pueda respaldar sus afirmaciones sobre la contribución de las loterías al daño del juego.
Sin embargo, el Primer Ministro en funciones, Richard Marles, afirmó que Albanese se estaba basando en «un recuerdo de material publicado» y que no había documentos disponibles para respaldar su afirmación.
Además, la confusión sobre estas cifras toma lugar en un momento en el cual el gobierno federal está siendo instado a tomar medidas más fuertes respecto a la reforma del juego. A pesar de las afirmaciones del Primer Ministro, rara vez se escuchan historias de daño relacionado con el juego de loterías, como relatos de ruina financiera o suicidio inducido por el juego.
Los defensores de la reforma, incluyendo al Senador Pocock, instan al gobierno a priorizar los resultados de la investigación parlamentaria e implementar políticas que reduzcan efectivamente el daño del juego.
A medida que continúa el debate, los expertos y defensores esperan que el Primer Ministro cambie su enfoque de las cifras de la industria y base su retórica en datos verificados, allanando el camino para una acción más significativa en la reforma del juego..